Muere el senegalés cuyo abrazo con una voluntaria de la Cruz Roja fue símbolo de la crisis migratoria

La imagen de Abdou Ngom abrazado a una voluntaria de la Cruz Roja Española dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo de la crisis migratoria. El joven senegalés que entró ilegalmente en Ceuta el 18 de mayo de 2021 ha fallecido en Málaga según han confirmado fuentes de Cruz Roja y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Ambas asociaciones han indicado que, aunque desconocen las causas del fallecimiento de Abdou Ngom, están en contacto con sus allegados desde que murió el pasado domingo para asesorarles y ayudarles en lo que necesiten.

Abdou llevaba varios años malviviendo en Marruecos hasta que logró entrar en Ceuta nadando, como hicieron más de 10.000 personas durante las jornadas del 17 y 18 de mayo de 2021 por el espigón fronterizo del Tarajal que separa la ciudad de Marruecos. Exhausto y agotado pero el esfuerzo de permanecer 20 minutos en el mar, no pudo evitar lanzarse a los brazos de la voluntaria de Cruz Roja, Luna, que permitió que un fotógrafo de la Agencia Efe inmortalizara el momento en una imagen icónica.

La imagen dio la vuelta al mundo y provocó una oleada de reacciones, buenas y malas. De hecho, Luna, la voluntaria de la Cruz Roja, tuvo que eliminar sus cuentas en las redes sociales ante la multitud de críticas e insultos que recibió por este gesto humanitario hacia Abdou. Ambos hablaron una semana después, cuando Abdou ya había sido devuelto a Marruecos gracias a TVE. «Jamás podré olvidar su gesto. Me reconfortó, me ayudó, fue un gesto humano», dijo entonces a Luna por videollamada.

Abdou intentó entrar de nuevo en España en noviembre del pasado año y, adiferencia de la anterior vez, lo logró. Lo hizo en una patera que llegó a Lanzarote, después de navegar en el Atlántico durante tres días y dos noches. De Canarias lo trasladaron a Barcelona y un amigo suyo, Mbaye, se lo llevó con él a Málaga.

Trabajaba como albañil haciendo las 'chapuzas' que le salían con el objetivo de reunir suficiente dinero para poder enviarlo a Casablanca, donde vivían su mujer y su hija de un año.

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